Como cristianos debemos mantenernos en constante oración para librar la batalla espiritual, nuestra labor como ministerio es orar en todo tiempo por las necesidades de todas las familias de la iglesia, sus pastores, lideres y la comunidad en general.
Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; 1 Timoteo 2:1